Desde el comienzo de la crisis, hace ya cuatro años, muchos sectores del tejido empresarial de España han sufrido sus consecuencias, desde casos extremos como la construcción o la publicidad, hasta casos más livianos como el mundo de las finanzas. El caso del sector farmacéutico ha sido, durante estos últimos tiempos, un pequeño oasis de prosperidad que se ha sobrepuesto a los duros golpes económicos dentro un entorno hostil para la industria.
El estudio realizado por ICSA desvela ciertas tendencias que, por regla general, han concedido un respiro a los profesionales de este sector. “En términos globales el sector farmacéutico, a pesar de la crisis, sigue siendo el segundo en niveles retributivos. Los motivos se encuentran en el punto de partida del sector, que era significativamente elevado para las estructuras retribuidas del mercado español, unido al hecho de precisar personal altamente cualificado y formado”, aseguró a EG Ernesto Poveda, presidente de ICSA y responsable del estudio.
Si bien es cierto que, en comparación a otros sectores industriales, las farmacéuticas salen airosas, dentro del sector hay luces y sombras. Los altos cargos como el director general y el comercial de una gran empresa han visto disminuir sus retribuciones anuales un 9,7 por ciento y un 6,4 por ciento respectivamente en comparación con 2007. Por el contrario, dentro de la mediana y pequeña empresa, ambos cargos han experimentado un incremento que oscila entre el 15 por ciento y el 20 por ciento, en función de los casos.
Para los visitadores médicos, la tendencia es similar, y se llega a perder hasta un 7 por ciento en el caso de las grandes empresas. Según Poveda, la explicación reside en que “básicamente, los directores generales y comerciales han perdido su nivel retributivo al no haber podido alcanzar los objetivos de las organizaciones y, por tanto, los variables vinculados a ellos han caído de forma significativa”. Asimismo, añade que en el caso de los visitadores médicos “se ha unido una restricción proveniente de las nuevas normativas unidas a un cambio en el interlocutor habitual, que ha pasado de los médicos a los farmacéuticos”.
La cara amable de la moneda, según desvela el estudio, la protagonizan los cargos medios de las compañías farmacéuticas: gerente de cuentas, gerente de producción y técnico de desarrollo de mercado. Los tres estamentos han visto crecer sus retribuciones anuales con respecto a 2007, si bien es cierto que solo en el caso de la pequeña empresa se ha incrementado por encima de la variación interanual del IPC. “Las grandes organizaciones farmacéuticas dan poco o nulo margen de negociación a sus equipos y más en un entorno como el actual de dificultades manifiestas; sin embargo en la pequeña y mediana empresa farmacéuticas, el equipo directivo tiene un fuerte poder de negociación frente a los propietarios”, manifestó Poveda.
El futuro del sector presenta una incertidumbre que no augura estabilidad salarial a las profesiones. Si bien el estudio no indica previsiones debido a su naturaleza estadística, el profesor de EADA Juan Carlos Serra, en declaraciones a EG, desveló algunas claves significativas que permiten prever su evolución. “La evolución del sector salud probablemente irá parejo a la evolución del entorno económico, por lo que no es de prever una mejoría. En los próximos meses puede seguir produciéndose una sustitución de directivos con larga experiencia en el sector por profesionales con menor experiencia y menor coste retributivo”, explicó.
Los puestos de mando incrementan sus salarios respecto a 2007 pero no alcanzan la variación interanual del IPC
La pequeña y mediana empresa presentan mayores mejoras salariales que las grandes compañías