A partir del próximo año de forma paulatina estos gastos formarán parte de las prestaciones que cubre la Seguridad Social.
La farmacia vive en un ambiente social totalmente cambiante y adaptarse a las nuevas circunstancias que van apareciendo es vital para sobrevivir y prosperar. Uno de los últimos ejemplos es la decisión del Gobierno de financiar tanto gafas como lentillas, representando una oportunidad para crecer para el farmacéutico si decide apostar por la categoría de óptica en su establecimiento.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha confirmado que tanto gafas como lentillas pasarán a formar parte de las prestaciones que cubre la Seguridad Social en 2025. La puesta en marcha será “progresiva” y arrancará por los grupos de población más vulnerables, según ha defendido Mónica García.
Este cambio significativo en el sector de la óptica abre una posibilidad de crecimiento en las farmacias potenciando la categoría de óptica, aunque ponerla en marcha requiere de formación e inversión. Así, lo pone de manifiesto Carlos García Pérez-Teijón, expresidente del COF de Salamanca y que tiene desde los años 90 la categoría de óptica en su farmacia gracias a su titulación de farmacéutico y el grado de óptica.
“Lo primero que hay que tener es una persona con la titulación de Óptica”, indica el farmacéutico salmantino, mientras que recuerda que con el grado de Farmacia hay asignaturas que se convalidan para el de Óptica.
Requisitos autonómicos e inversión
Los requisitos y las normativas de la sección de óptica en una farmacia varían en función de las comunidades autónomas. “Siempre tiene que estar diferenciada la zona de óptica del resto, pero en algunos lugares la separación debe ser incluso física en otro local y en otras vale solo con la señalización adecuada en el mismo establecimiento”, especifica García Pérez-Teijón.
En cuanto a la inversión, poner en marcha una sección de óptica en una oficina de farmacia puede rondar entre los 70.000 y los 80.000 euros para poder comprar principalmente todo el aparataje necesario. “Un tonómetro o una columna de refracción pueden tener un coste de unos 12.000 euros cada una”, especifica el especialista salmantino.
No obstante, pese a la fuerte inversión, el retorno es más que viable. “Con el tiempo se amortiza la inversión y hay beneficios. La clave es ofrecer un servicio profesional, de calidad y rápido”, añade.
La farmacia y la óptica pueden compartir clientes o ser independientes. “Hay de todo. Hay gente que viene solo a la farmacia y otros solo a la óptica, pero también se pueden ayudar ambas secciones”, argumenta.
Variedad de precios en la óptica en la farmacia
Los precios de la gafas y lentillas en una sección de óptica en una farmacia oscilan en función de las características del producto y la patología del paciente. “El gasto de lentillas anual puede ser de 100 euros por ojo, mientras que las gafas con montura más cristal las tienes desde 99 euros. Eso sí, esa misma gafa si ya te vas a marcas y demás el precio sube a 300-400 euros”, describe.
Carlos García Pérez-Teijón explica que a día de hoy el colectivo de ópticos no está muy informado al respecto de los detalles de la medida del Gobierno. “No me opongo a este tipo de ayudas que sirvan para ayudar a los más necesitados, pero, por desgracia, hay otras personas que lo gratis no valoran”, remarca.
Personal formado
El hecho de que la oficina de farmacia tenga que contar con un óptico colegiado en la plantilla no quiere decir que el resto del personal no pueda asesorar en el mostrador de forma puntual al paciente. “El resto del equipo debe estar formando con nociones básicas para poder aconsejar y enseñar monturas, explicar las características de unos cristales antirreflejo y demás pequeñas dudas que aparezcan en el mostrador”, agrega Carlos García Pérez-Teijón.